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viernes, 30 de julio de 2010

Escudo de la Iglesia Presbiteriana San Andrés

En la avenida Belgrano, a metros de su intersección con Perú, está ubicada la Iglesia Presbiteriana San Andrés.  Tiene sus raíces en Escocia;  los primeros escoceses en llegar a Buenos Aires lo hicieron en 1806 (seguramente con ocasión de la Primera Invasión Inglesa) y debido al rápido crecimiento de la inmigración de ese origen, en 1829 se estableció  oficialmente la Iglesia Presbiteriana San Andrés en la Argentina.

En el frente del templo,  a la derecha,  se exhibe el conocido monograna IHS ("Jesucristo Salvador del Hombre"), en hermosas letras de estilo gótico, en el campo de un escudo, formando un conjunto armonioso y bello:



A la izquierda hay otro escudo,  cuyo símbolo a primera vista no es tan conocido como el anterior:



Pero la frase que acompaña al escudo, a modo de lema, nos da la clave: "Nec tamen consumebatur", "No se consumía".  La imagen en el campo del escudo, por lo tanto, es la zarza ardiente en la que Dios se revela a Moisés, como lo relata el libro del Éxodo, capítulo 3.

La  zarza ardiente, desde 1691, es el símbolo de la  Iglesia de Escocia. En cuanto a la frase "Nec tamen consumebatur",  el sitio web de la Iglesia Presbiteriana de San Andrés nos informa que "no está tomada de la Vulgata, sino de una traducción al latín por el holandés Du Jon (Junius) y Tremellius, el reformador italiano, en 1579. El pasaje en el que se basa este símbolo está en en el Antiguo Testamento, en el libro Éxodo 3:2: 'Estando allí, el ángel del Señor se le apareció entre las llamas de una zarza ardiente. Moisés notó que la zarza estaba envuelta en llamas, pero que no se consumía'".  

La zarza ardiendo y el lema transcripto constituyen el símbolo oficial de la Iglesia de Escocia y de todas las que tienen su origen en ella..

Para comparar esa versión "presbiteriana" de Ex 3, 2 con la versión "católica" en lengua latina de ese mismo versículo (y el siguiente) según la Nueva Vulgata, recurrimos al sitio oficial de la Santa Sede:  "Apparuitque ei angelus Domini in flamma ignis de medio rubi; et videbat quod rubus arderet et non combureretur.  Dixit ergo Moyses: 'Vadam et videbo visionem hanc magnam, quare non comburatur rubus'”.  La  versíón en español de ese versículo y el siguiente en el mismo sitio oficial del Vaticano, dice así:  "Allí se le apareció el Angel del Señor en una llama de fuego, que salía de en medio de la zarza. Al ver que la zarza ardía sin consumirse, Moisés pensó: «Voy a observar este grandioso espectáculo. ¿Por qué será que la zarza no se consume?»".

Para terminar, una de las innumerables representaciones iconográficas de este episodio bíblico.

Moisés y la zarza ardiente
Mosaico bizantino

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