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miércoles, 10 de septiembre de 2014

Escudo de monseñor Mauricio Magliano

Hoy se cumple un nuevo aniversario de la ordenación episcopal de monseñor Mauricio Eugenio Magliano, nacido en 1920, ordenado sacerdote en 1948 y elevado a la dignidad episcopal en 1961 como primer Obispo de Río Gallegos.

Nos referiremos a su escudo episcopal citando lo que al respecto se informa en la página de la Diócesis de Río Gallegos, texto que citaremos en general en forma textual, pero al que hemos debido hacerle varias correcciones ortográficas para publicarlo aquí.

"Tiene la forma del escudo llamado francés, aguzado en la punta. Dentro de la sencillez clásica de su único metal, el azur, campea la Cruz de plata en jefe y frente, configurando los dos metales, los colores patrios que se prolongan hacia la región austral, haciendo translucir el amor que el Prelado profesa a la Patria por cuya elevación social y moral vela y trabaja".


En el centro del eje brilla la Hostia de oro, sobre fondo de plata de la Cruz, recordando la profecía de Malaquías ("Porque desde Levante a Poniente... se sacrifica y se ofrece al nombre mío una ofrenda pura..." - Mal 1, 11) y rememorando el Domingo de Ramos de 1520 en el cual las playas patagónicas vieron elevarse la primera Hostia en tierras argentinas.

En punta aparece el arco polar que sostiene la Cruz y sobre cuyo fondo de plata se perfilan con su color las características mesetas sureñas, la montaña ideal coronada de nieves perpetuas, que se yergue cual majestuosa catedral, precedida por los blancos y azulados ventisqueros en noble gradería.



La Santa Cruz que campea en jefe es de plata, metal que significa integridad, firmeza y vigilancia que recomienda San Pablo al Pastor de almas.

El azur del único campo representa la justicia, el cielo y la caridad mancomunados en el enviado de Dios ("Ecce Ego mitto vos...") y significa en modo particular la preocupación del Prelado por un orden social nuevo, digno y justo en la vida temporal, siguiendo las luminosas directivas de S. S. Juan XXIII en la Encíclica "Mater et Magistra".

En el cantón distro del jefe, aparece en todo su fulgor la estrella de oro de cinco puntas; imagen perfecta de la Virgen "Stella Matutina" inspiradora de San Juan Bosco, a quien se le dijo proféticamente: "Yo te daré la maestra...".

El oro de la Hostia y de la Estrella, significa la dignidad, constancia y sabiduría que han de derramarse en abundancia sobre las tierras vírgenes, brotando de estas dos fuentes que señalara San Juan Bosco a sus hijos, al enviarlos a la Patagonia: "Propagad la devoción a la Eucaristía y a María Auxiliadora y sabréis lo que son los milagros".

Mas la Redención exige sacrificios: "sine sanguinis effusione non fit remissio". La Cruz domina totalmente el escudo, recordando la vida heroica de los misioneros salesianos, verdaderos pioneros, cuya preciosa herencia recibe el pastor de almas, dispuesto a seguir con su grey a él confiada las huellas luminosas del Redentor. La leyenda del escudo lo resume y confirma: "IN CRUCE SALUS", en la Cruz está la salvación de los hombres, a quienes salva de las asechanzas del enemigo de la fe, proyectando su sombra protectora sobre las tierras patagónicas, a fin de fecundarlas espiritualmente y de bendecir sus riquezas, representadas por los símbolos del oro negro, las dilatadas tierras, el lago Argentino, el río Santa Cruz y el amplio océano, tras el cual se adivina, cual magnífica etapa hacia el espacio, la Tierra del Fuego, de los yaganes y alacalufes, cuyas últimas chispas hogareñas se elevaron al cielo desde las manos blancas de los heraldos de Cristo, los Salesianos y las hijas de María Auxiliadora".

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